El estallido de la epidemia mundial causada por el coronavirus y la cuarentena establecida por el gobierno obligaron a los centros educativos a tomar un camino distinto del tradicional, así fue que se dio inicio a las clases virtuales.
¿Qué es la educación virtual? La educación virtual o enseñanza online es aquella en donde el alumno aprende utilizando las herramientas de internet para conectarse en línea con sus profesores y compañeros. Si bien se propone enseñar lo mismo que se aprendería en circunstancias normales, la falta de presencialidad puede provocar a su vez la falta de interés del alumno por aprender.
Un punto a favor es que esta educación es interactiva, alumno y docente pueden interactuar fácilmente, se da una comunicación instantánea(sincrónica) y además se eliminan los posibles prejuicios por el género, la raza, la religión etc. que podría haber en una clase normal presencial.
Otro punto a favor es el acceso a todo el contenido informativo que brinda internet hoy en día, El aprendizaje en red difunde el aprendizaje de manera que el acceso a bibliotecas, laboratorios y a la experiencia está disponible prácticamente en cualquier lugar, además está el hecho de la comodidad de estudiar desde la casa, otro de los grandes beneficios.
Sin embargo, no todo es color de rosa. Debido a ser bastante novedosa, no existe una estructura pedagógica establecida previamente por los docentes, quienes deben buscar la forma que vean más apropiada para enseñar.
Además, la falta de interacción social “real” causa que los alumnos no se preocupen demasiado por aprender y vean este medio como algo sencillo. También debemos tener en cuenta que el estar frente a una pantalla brillante por horas puede dañar la vista y provocar dolores de cabeza y hasta mareos. Otro gran problema resulta el acceso a esta modalidad por parte de la gente de bajos recursos, no todos pueden pagar una buena conexión de internet, esto limita a muchas personas, quienes no pueden recibir educación de ningún tipo por ese motivo.
Las clases online han sido objeto de debate por diversos investigadores y profesionales, el hecho de recibir educación en casa puede no resultar tan favorable como se podría pensar, el acceso a la comodidad sumado a la facilidad para enviar los trabajos que se piden crean un ambiente de relajación, donde todo parece más fácil, más sencillo de lo normal. Hubo quejas por parte de algunos padres y alumnos de que los docentes en ocasiones ni siquiera revisan ni corrigen los trabajos, se limitan a decir “bien hijo, buen trabajo” sin siquiera ver lo realizado por el alumno. No podemos decir que las clases virtuales fomentan la pereza, no es cierto, el que se esfuerza siempre va a llegar a la meta, pero no es lo mismo que una clase tradicional, los conocimientos se adquieren, es verdad, pero se aprendía mucho más en una clase normal.
Es interesante pensar como volverán a ser las cosas después de la pandemia, seguramente ya nada será igual.
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