-Por Pedro A. Molina Morandini
Todos tenemos límites en la comunicación, tanto las audiencias como los medios, en ambos lados hay un límite. Esto lo marca la ley, pero más allá de eso, tiene que ver con la ética y la responsabilidad social. No se puede decir de todo y de cualquier manera en honor a la libertad de expresión.
¿Qué es la libertad de expresión? pues bien, es un derecho que nos permite manifestar nuestra opinión e ideas sobre algo en la sociedad, es un derecho muy caro para todas las sociedades y eso conlleva una responsabilidad para cuidarla, protegerla, usarla y respetarla.
En términos de libertad de expresión, la legislación argentina dispone que se debe dar libertad para emitir juicios, pero que la justicia luego podrá accionar por aquellas ideas vertidas, sea que se trate de discursos de odio o discriminatorios, que se fomenten acciones contra diferentes grupos de personas por cualquier afinidad política, ideológica o por el aspecto.
Entonces ¿Cómo definir un límite en lo que se debe decir? ¿Es posible regular este derecho? La libertad de expresión es difícil de regular y es difícil establecer un límite. La cuestión aquí es que los medios y los comunicadores no podemos ni debemos ser vehículos de odio, de ningún tipo en realidad.
Las claves están en la responsabilidad, la empatía y las fuentes, la información que se brinda siempre tiene que estar chequeada y además se debe tener cuidado en que se comenta y que no. Todo esto para evitar problemas y prejuicios de algún tipo. Es verdad que no se puede ser cien por ciento objetivos, pero un comunicador profesional debe buscar la manera de dar a conocer la información sin ofender ni herir la sensibilidad de nadie.
En cuanto los medios, su función es la de informar y brindar datos relevantes del país y el mundo para que la sociedad esté enterada de todo lo que está pasando. Todos tenemos derecho a la información, la información es poder, el periodismo es un campo de poder, por lo tanto, una sociedad informada es una sociedad poderosa, que no se dejara aplastar por la injusticia de las autoridades. Los medios poseen un límite, los derechos de uno terminan donde empiezan los de otro, los medios no son la excepción a esto, el escritor y periodista argentino Hugo Muleira afirma que: “Con la libertad de expresión como bien supremo, los periodistas y los medios presentan la información desde su punto de mira, prioritario respecto del punto de vista del receptor, sin hacer el esfuerzo… de ‘administrar’ ese bien, la información, como procesión compartida” Muleiro sostiene que la libertad de expresión no es lo que determina la construcción de la noticia sino un determinado modo de comprensión de ese derecho, que elude la responsabilidad social del emisor y por ende los cuestionamientos e interrogaciones acerca de las valoraciones y opiniones de las cuales se parte para la construcción la noticia. El punto de vista determina el objeto y nunca es neutral ni objetivo. A lo sumo: ciego de sus propias convicciones.
Debemos recordar que siempre hay una intención detrás de lo que se busca comunicar, nada es inocente, es deber de los medios y periodistas ser lo más responsable posible a la hora de brindar información valiosa a la sociedad, debemos entender que es cuestión de permanecer en un punto neutro y no fomentar la violencia y el odio de ninguna manera.
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